La de la maleta

Me la hicieron. Me hicieron la de la maleta. Entre Iberia y American Airlines mi poca ropa de abrigo que tenía en Miami no llegó conmigo a Madrid el martes 20. Me lo imaginé, cuando en Nueva York casi pierdo el enlace. Había dos horas entre la llegada del avión de American y la salida del de Iberia. El primero llegó tarde, el segundo salió puntualísimo... y la fructífera alianza One World se dejó la maleta por el camino.

Y yo llegué de casualidad, porque me bajo en NY con una tarjeta de embarque que sólo pone Gate 4; me plantan un cartel con una flecha que dice Gates 1-9 por allí; miro en una pantalla -para confirmar- la puerta del vuelo de Madrid... y es el único que no la pone. Total, que me meto la pateada por el JFK y cuando llego a la Gate 4, está a punto de salir un vuelo para... Miami. Pregunto, cuando quedaban 4 minutos para mi embarque, que de dónde salen los vuelos de Iberia, nadie tenía ni idea. Hasta que alguien me dice que cree que salen de la misma terminal que los de British, que es la 7, y que yo estoy en la 8. Que me cruce los pasillos de vuelta, que me suba al tren,... ¿a qué hora es tu vuelo?, me dice. Embarco en dos minutos. "Bueno, pues creo que lo has perdido", me dice el tipo mientras busco, incrédulo, alguna referencia a la terminal en el billete y en la tarjeta de embarque. "Es que puerta 4 hay una en cada terminal del aeropuerto".

Cuando dejé de jadear estábamos encima de las Azores, qué manera de correr por un aeropuerto. Pero vamos, que la maleta no encontró la terminal. Consecuencias:

- Salí de Barajas tres horas después de la previsto el martes.
- Hice el ridículo por Madrid durante horas con una camiseta de manga corta amarilla, chaquetita, zapatitos y calcetín finísimo.
- Tengo cistitis, que no me pasaba desde 1986. Según mi madre, entra por los pies.
- Se me quemó la oreja de estar al teléfono durante cuatro días llamando al número de información de equipajes.
- Me tragué, el viernes tarde, el mayor atasco de la provincia para ir al aeropuerto a recoger la maleta. No me la mandaban a casa porque estaba "retenida por la Guardia Civil".

Sí, encima, vas a por la maleta comiéndote el tarro por si has metido algo ilegal. Total, que llego a Ranón y me dirijo al guardiacivil controlador de equipajes.

- Es que vengo a por una maleta, que me la han perdido hace cuatro días y me dicen que está aquí.
- ¿La reconoce?-, me dice señalando con las cejas a un montón de maleta ahí tiradas al lado de la cinta.
- Pues sí, la marrón. Por cierto, me han dicho que no me la mandaban a casa porque la Guardia Civil la tenía retenida.
- A ver. ¿Usted viene del extranjero? Porque si usted viene del extranjero, usted sabe que tiene que pasar aduana, así que la maleta tiene que pasar aduana.
- Ah, vale.
- Ponga la maleta aquí encima. ¿Tiene algo que declarar?
- No.
- Ábrame la maleta, por favor-. Comienza a urgar, saca una caja de cartón.- ¿Esto qué es?
- Un reproductor de mp3.
- Está bien, puede irse.

Y, sin haberme identificado en ningún momento, me voy con la maleta a casa como me podía haber ido con tres, vamos. Y con un mp3 de 5 GB que no vale en España porque sólo se puede cargar a través de Napster, aunque no compres nada, y Napster -al menos la versión del CD de instalación- no te deja inscribirte desde España. Ridículo. Para mear y no echar gota.