Vividores
Dice mi amigo Achopijo que le encanta eso de que las estrellas y los famosos sean amigos aunque no se conozcan de nada. Que se cruzan por Los Ángeles Beckham y Kobe Bryant y, aunque no se hayan visto en la vida, se dan un abrazo.
Pues a nivel patrio también debe de ser verdad, porque hoy Colate y Nanín -sí, sí, ojo a la pareja- eran uña y carne en el partido de Feliciano contra Verdasco. Ahí al lado también estaban Alejandro Sanz y el mayor de los Café Quijano, todos colegas dando palmas animando a los chavales, pero donde había química de verdad era entre los dos anteriores: a cada descanso, Colate le pedía a Nanín que sacara la bandera y el ex-desconocido de Calderón se levantaba sobre sus zapatillas plateadas -de ésas, Yayo- y desplegaba la rojigualda mientras se le veían los gayumbos por encima de los jeans caidísimos. Pareja... y yo pensando en la obra de arte que podría montar el adversario con esta escena.
El pase del señor Mariano Rodríguez de Barutell ponía que era invitado del jugador López. El del señor Nicolás Vallejo-Nájera, del jugador Tipsarevic. Pero por algún comentario que hizo el amigo Sanz, para mí que están ahora mismo tomándoselas todos juntos en casa del cantante.
