La vuelta, a la vuelta...
... de la esquina.
Lo que iba a ser un mes en España mientras se arreglaban los papeles del visado de trabajo se han convertido en más de tres meses de trabajo a distancia, con sus pros y sus contras.
Pero por fin la oficina de Inmigración de los Estados Unidos se ha decidido a dejarme colaborar en la economía del país y me han dado los papeles. El pasado lunes hice el penúltimo trámite en la embajada, en Madrid. Dentro de pocos días me llegará a casa el pasaporte sellado con el visado y un sobre cerrado grapado a él. Y el 17 de diciembre aterrizaré en Miami donde un oficial de Inmigración abrirá ese sobre, me preguntará un par de cosas, me hará una foto, tomará mis huellas dactilares por enésima vez y, espero, sellará el pasaporte y me dejará entrar a su amado país, en donde Sony arreglará mi portátil, supongo.
Me pienso bañar en Nochebuena.