The Police
Pues eso, que el martes 10 de julio, en el estadio de los Miami Dolphins, disfruté como un enano de uno de esos grupos que marcan una infancia-adolescencia.
En 1989, con 12 años, un sábado me desperté a las 4 de la mañana en Meres con ruido de barullo y coches que se alejaban. Salí de casa y me encontré en el ping-pong a mi primo Valentín recogiendo, él solo, los restos del guateque -así lo "vendió"- con el que celebró su 20º cumpleaños.
"Dudi, échame una mano aquí a recoger", me dijo mientras ponía en el tocadiscos Synchronicity.
Años después vi a Sting en Gijón. Anteayer, a The Police. Aún no me explico como sólo tres tíos pueden sacar tantísimo sonido.
Y Valen va a tener un guaje la semana que viene. Y la vida sigue.