En las fiestas de San Mateo del olímpico 1992 tenía yo comprada una entrada para el concierto de Michael Jackson en Oviedo, que creo que iba a ser el sábado 19 en el antiguo Carlos Tartiere.
Pero el señor Jackson decidió sólo unos días antes que cambiaba la fecha, que el concierto sería el lunes 21. Yo no tenía colegio ese día, día de San Mateo, pero sí al día siguiente. Después del concierto tenía que ir de Oviedo a Gijón, tarde, para ir a clase al día siguiente...
Demasiado lío todo, así que cuando ofrecieron a quienes ya tenían la entrada antes del anuncio del cambio de fecha que devolvían el dinero, me fui hasta el "Escorialín", entregué la entrada con el dibujo del álbum Dangerous y me devolvieron las pelas, que calculo serían 3.000 como mucho.
Me acuerdo como si hubiera pasado esta mañana, la sensación de que ya no iba yo a ver a ese tío en un escenario en mi vida. Y así fue, salvo que el raro éste se haya congelado como Disney y Elvis, claro...