Absurdo Miami

Es raro el día que no soy víctima, por a o por b, del "Absurdo Miami", que se nutre básicamente del total desprecio por los ciudadanos que profesan las diferentes autoridades de esta ciudad. Esta semana voy a destacar dos casos, pero aviso: esto puede convertirse en una serie con total facilidad.

Viernes pasado, salida de Miami Beach por el puente hacia el downtown. Atasco infernal a las 9:30 am. Cientos de coches parados en una vía de tres carriles. Caras de desesperación entre los conductores que llegan tarde a una reunión, el camionero que entregará tarde su pedido, la millonaria que ya no llega a pilates... Otra vez en obras el puente, me digo, en buena hora se puso Obama a repartir dinero para obras públicas. ¡Pero no! Veinte minutos y un par de kilómetros después veo un coche de policía moviéndose a paso de tortuga con las luces puestas, bloqueando dos carriles. Y delante, no, no puede ser, no me lo creo. ¡Un grupo de unos 30 ó 40 policías haciendo footing! Señores, tres docenas de cuadraditos chavales de la Miami Police están fastidiando la mañana a miles de personas porque los niños querían correr por el puente. Negocios que no se hacen, problemas con el jefe, discusiones con la familia... todo porque una pandilla de impresentables querían hoy salir a correr en grupito.

Esta mañana. 5:30 am. Ruido insoportable que me despierta. Me asomo por la ventana y veo a una cuadrilla de efectivos municipales limpiando con pistolas a presión una zona de la acera y una pared que tiene unas pintadas. 6:30 am. Terminan su tarea. Trato de volver a dormirme mientras pienso en que bien podían los policías correr por dónde les diera la gana a las 5 de la mañana y estos otros limpiar la calle a las 9 y media berreando si quieren.