The New Yorker y el USSC
Acabo de dejar un mensaje en el contestador automático de Robert Mankoff, cartoons editor de la revista The New Yorker. Procesionalmente, esto es lo mejor que me ha pasado desde que en noviembre de 1999 me colaron en la reunión de primera de The New York Times.
Mientras, veo cómo se acerca inexorable el Martes de los martes, y me voy dando cuenta de la importancia real de estas elecciones. Además de todo lo dicho, lo chiflado que está George W., etc., el próximo presidente de los USA seguramente tenga el honor de elegir tres nuevos miembros de la Corte Suprema.
Esto, amigos, es la leche. El US Supreme Court (desde ahora USSC) lo manda todo, así de claro. De todos es conocido que aquí las leyes, más que escribirse, se van haciendo por jurisprudencia de los casos y tal. Y claro, los casos que llegan al USSC son los que marcan la pauta. Por ejemplo, Roe vs. Wade, que básicamente legalizó el aborto en 1973.
El USSC lo componen 9 tipos que una vez elegidos se quedan ahí hasta que se mueran o se retiren. Los propone el presidente, los acepta el Congreso –casi siempre, salvo que el presidente se pase tres pueblos- y sólo un impeachment del propio Congreso los puede sacar de ahí por la fuerza, algo que ocurrió una sola vez, hace más de 150 años.
En este momento, la situación está así:
William H. Rehnquist, 80, promocionado por Nixon (1972) y “chief justice” desde 1986 (decision de Reagan). Pese a sus padrinos, no es tan conservador como parece. Ingresado esta semana por cáncer de tiroides.
John Paul Stevens, 84, de Ford (1975), uno de los más liberales, espíritu independiente. Tratado por cáncer de próstata en 1992. Problemas cardiovasculares. (Coño, tiene 84 tacos!).
Antonin Scalia, 68, colocado por Reagan (1986). Conservador de los de verdad, mente brillante. A Bush hijo le encanta. Dice que si tiene que nombrar a uno, será como él.
Ruth Bader Ginsburg, 71, apadrinado por Clinton (1993). Liberal moderado. Cáncer de colon desde 2000.
David Souter, 65, colocado por George H.W. Bush (1990). Aunque lo apadrinase Bush padre, es un liberal. Suerte que tuvimos.
Clarence Thomas, 56, también por George H.W. Bush (1991). Aquí no falló: conservador como el que más. Durante los primeros años se limitaba a decir: “Yo estoy de acuerdo con Scalia”.
Stephen G. Breyer, 66, apadrinado por Clinton (1994). Liberal moderado que ha votado con los conservadores varias veces.
Sandra Day O`Connor, 74, por Reagan (1981). Mitad y mitad, no se sabe por dónde va a salir su voto. Operada de cáncer de mama en 1988.
Anthony Kennedy, 68, también de Reagan (1988). Otro voto indeciso.
Los últimos años, la mayoría de las decisiones han estado muy apretadas, con frecuentes 5-4. ¿Qué quiere decir todo esto? Que el próximo presidente elegirá suficientes jueces para marcar la tendencia del USSC en los próximos... 25 ó 30 años, fácilmente.
Si gana Bush, por poner, y nombra a un par de jueces tipo Scalia, podrían echar abajo Roe vs. Wade, algo que lleva deseando el propio Scalia y Thomas desde hace tiempo.
Si gana Kerry, es muy probable que alguno de los jueces más ancianos se retire inmediatamente –el primero sería Rehnquist, así que habría elegir “chief justice”, que manda mucho- para que el presidente elija nuevos jueces más liberales y jóvenes, asegurándose así que los conservadores más extremos no mandarán el equipo.
Como se habrá observado, Bush hijo no ha elegido ningún juez en los últimos cuatro años. Esto se debe a que los achacosos le temen más que a un tuerto, así que están aguantando como pueden.
Pedazo de análisis me acabo de marcar... no era mi intención meter este bloque, pero una vez puestos...
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