Baltimore
El pasado viernes nos fuimos a Baltimore, que es como estar en Madrid y acercarse a Guadalajara: está ahí al lado pero te puedes pudrir en el atasco según la hora a la que salgas. Viernes por la tarde... de cajón.
Una vez allí, nos dirigimos al estadio de los Orioles, pegadito a la casa natal de Babe Ruth. Jugaban los Chicago White Sox, mejor equipo de la liga hasta ahora. Se respiraba buen béisbol. Y buenas hamburguesas, por cierto. Que diréis lo que queráis, pero las hamburguesas cuando están buenas, están buenísimas. [Nota: peso 4 kilos menos que hace 10 meses, así que nadie se piense que estoy tirado a la comida basura y tal].
Tras el partido y después de perdernos con el coche por barrios pocos recomendables de la ciudad -famosa por peligrosa-, encontramos el famoso Inner Harbor y nos tomamos una cerveza comentando cómo Nueva York le robó la tostada a Baltimore cuando ésta era el principal puerto de la zona, cómo la ciudad se hundió en la miseria en el siglo XX y cómo ahora está tirando para arriba. Y de ahí, vuelta a Washington a las dos de la mañana.
3 Comentarios:
Un estadio con pinta de tener mucho "sabor". y no me refiero a las hamburguesas...
lo que te debe gustar el béisbol, virgen santa, con lo aburrido que es.
yo vi jugar en directo a David Justice, creo que fue bastante mito.
Me dicen por aqui que fue "a pretty good player".
Ayer fui a otro partido, a ver a los Nationals contra LA Dodgers. Va a ser que si me gusta.
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