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miércoles, septiembre 03, 2008

Texas

Cuando uno llega a Estados Unidos desde Europa le llama la atención lo grande que es todo: los coches son inmensos, las autopistas tienen por lo menos cuatro carriles, las latas de refresco traen más, el papel higiénico es más ancho... Con el tiempo uno se acostumbra. Hasta que llega a Texas.

Aterricé hace un par de horas en el aeropuerto de Dallas-Fort Worth y me vine directamente al hotel más absurdo que hay visto jamás. Desde lejos, cuando vi una mole gigante al fondo, le pregunté al taxista: "¿Aquello qué es, una fábrica?". "No, es el hotel, para allí vamos".

El hotel está al lado de un lago enorme creado con una presa en un cañón. Es medio hotel de vacaciones -deportes acuáticos en el lago y tal-, medio hotel de convenciones. Y todo es gigante. Pero GIGANTE. Desde las puertas, hasta el hall, el mostrador de recepción, etc. El edificio principal tiene un patio central cubierto que es como un campo de fútbol, con un parquecito, un riachuelo... surrealista. Ahí va la foto desde la terraza de mi habitación.



Y acabo de pedir pasta de dientes y espuma de afeitar -especificando que no necesitaba cepillo ni cuchillas- y me acaban de traer dos tubos de pasta, dos de espuma, dos cepillos y dos gillettes. Aquí, todo a lo grande.

6 Comentarios:

At viernes, 05 septiembre, 2008, Anonymous Anónimo apunta...

Y en la Catedral esa del fondo, ¿cómo son las hamburguesas?

 
At viernes, 05 septiembre, 2008, Blogger Rafa apunta...

Dos pisos por debajo de la catedral hay un restaurante donde me comí uno de los mejores solomillos que me he metido entre pecho y espalda en mi vida.

 
At martes, 09 septiembre, 2008, Blogger Nacho apunta...

Rafa, en ese hotel tan grande ¿cuántas perchas tenías en el armario?... Dichosas perchas, ¿por qué todos los hoteles te dan tan pocas?... Acabas teniendo que poner los pantalones de dos en dos y esas cosas...

 
At martes, 09 septiembre, 2008, Blogger Rafa apunta...

Buena pregunta, Nacho. Pues no recuerdo, pero a mí siempre me sobran perchas en los hoteles, teniendo en cuenta que rara vez paso más de dos noches seguidas en el mismo y con dos o tres pantalones voy más que de sobra en estos viajes cortos.

 
At miércoles, 10 septiembre, 2008, Blogger mr. shy apunta...

Joder, yo vivo en Chicago, he estado en varios hoteles de Estados Unidos y jamás había visto/escuchado nada parecido. Más que gigante, parece el doble de exceso que en el resto del país.

 
At miércoles, 10 septiembre, 2008, Blogger Rafa apunta...

En Chicago no hay nada parecido, seguro. Yo tampoco había visto nada parecido, salvo en Las Vegas, pero ni eso.

 

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